No elegimos a nuestros padres, ni lo que nos gusta,áni aquello para lo que somos buenos.áNo elegimos de quién nos enamoramos?ni a nuestros enemigos. Ni elegimos nuestros talentos,áni nuestras debilidades. Por no elegir, no elegimosáni nuestros pecados.áNi el país en el que nacemos, ni el nombreápor el que nos llamarán todos esos a los que queremosáy a los que tampoco elegimos.La vida nos elige. Y a veces, ni eso.áEsta es la historia de un hombreáque tendrá que inventarse un mundoápara conjurar su dolor.Y de otro que ofrecerá su dolor a cambioáde inventar un mundo nuevo.De un padre huérfano y de un hijo perdido.